Cuando Se trata de dejar a una persona, poner distancia, terminar una relación, o algo que ni siquiera llegó a ser una relación, todas son excusas. La situación no es fácil para ninguno de los dos. Y es muy extraño que las personas decidan ser realmente sinceras. Es decir, es reducido el número de “dejadores” que dicen: “No te he llegado a querer”; “Nunca seremos compatibles” o el más doloroso: “Ya no te quiero más”.
En este caso, siempre se recomienda ser sinceros, y no caer en las excusas típicas como “te amo pero este no es el momento”. Si se trata de un momento personal difícil es muy extraño que una persona no quiera tener a otra a quien apoyarse, y si es un momento bueno de la vida, seguramente no es la persona indicada para compartirlo, pero no quiere decir que nadie lo sea, seguramente el siguiente, o el otro, sí lo será.
Lo importante en las excusas de este tipo es no dejar esperanzas, si se sabe que no hay posibilidades bajo ningún punto de vista. No dejar al otro con la esperanza de que esto pasará si no es así.
Lo mejor es intentar ser responsable de lo que pasa, y hacerse cargo. Eres tú el que no te sientes bien con la otra persona, porque tú no has logrado engancharte mientras que el otro ha hecho todo bien. Eres tú el que no quiere tener algo serio porque en realidad quiere estar solo. Y eres tú quien no se ha llegado a cautivar y querer dejar la soledad para estar en pareja con esa persona.
Lo mejor en este tipo de excusa, es no generalizar. No está bien decir: “Yo quiero estar solo”, si en realidad lo que sucede es “Yo no quiero estar contigo”. No te olvides que puedes seguir en contacto con esa persona, o tener amigos en común y que en un mes se entere que te estás por casar con otra persona, por lo tanto no querías estar tan sólo.
Muchas veces la excusa “No sos vos, soy yo”, no es tan errada. Es decir; el problema es mío que no he logrado quererte, pero no quiere decir que otra persona no termine perdidamente enamorada de tí. Y hagas lo que hagas conmigo, realmente no me llena. Pero este es el caso en que el que debemos asumir nuestra responsabilidad, y no sólo dar una frase hecha.
No le hagas perder el tiempo a nadie, puedes intentarlo y hasta darte y darle a la otra persona una oportunidad, pero no seas egoísta. No retengas con tu intento de cariño a alguien que puede recibir amor de verdad, si está solo y disponible para recibirlo desde otro lado. Si bien es muy conocida la frase de “Un clavo saca a otro”, debe haber lugar. Si una persona te estaá esperando a tí, o confía en tí, dificilmente tenga la cabeza y el corazón abiertos como para mirar a otra persona. Déjala libre en cuanto sepas que no es la indicada.
No des rodeos; dile simplemente, que a estas alturas tu sentimiento debería haber cambiado, debería haber crecido y eso no ha sucedido, por lo tanto, no se puede estirar más. Y si realmente se te ha cruzado otra persona en tu camino, dilo sinceramente, porque tarde o temprano se sabrá y se sentirá demasiado engañada como para volver a confiar.
Si bien puede disfrazarse todo con excusas, puede que esas sean verdad si te lo tomas con la seriedad y con la responsabilidad que merece. No evites los sentimientos que esa persona te ha logrado generar, pero por sobre todo los que no ha logrado generarte y responsabilízate de ser tú, sin una excusa vaga como “No sos vos”. No, es verdad el problema eres tú mismo, pero llena esa frase de contenido verdadero, sin dejarle a la otra persona las responsabilidades que no le competen, ni la llenes de culpas que no tiene.
Tú eres quien deber hacer el trabajo para sentirse feliz, por lo tanto otra persona, no puede traerte la felicidad en una caja. Si no has encontrado hasta ahora compartiendo tu vida con ella, es porque tú tienes que seguir buscando, lo mismo que el otro, pero no es su responsabilidad. Hazte cargo, se sincero, llena las excusas de contenido, y hasta puedes lograr que esa incómoda charla, termine bien.